Este año en todas las escuelas de Mallorca hemos querido hacer presente una tradición con muchos años de historia y el mejor momento ha sido aprovechando nuestra fiesta el día de San Francisco, un día especial para todos los CSFA.
La tradición de las galletas en forma de conejitos, propias de las Hermanas Franciscanas, se remonta a mediados del siglo XIX y esta es la historia que hemos dado a conocer a nuestros niños y jóvenes.
Algunos ya la conocían, otros no, pero seguro que a partir de ahora cuando vean esta galleta sabrán bien su nombre y su significado.
Cuando la Congregación de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia empezó, hace ya más de 160 años, estaban al servicio del pueblo de Pina dando asistencia sanitaria, poniendo inyecciones, cuidando y enseñando a leer y a escribir. Por aquel entonces no se pagaban con dinero los servicios prestados, pero sí que las Hermanas recibían constantemente gratitudes por parte de las familias de los niños y niñas y de las personas atendidas.
Como la gente se dedicaba al campesinado compartían con ellas su cosecha, productos de las matanzas, algún pan que habían hecho en casa o una torta y, normalmente, eran los niños y niñas quienes se lo hacían llegar.
Las Hermanas, a pesar de haber ofrecido su servicio, también querían dar las gracias y corresponder a los obsequios que la gente del pueblo les hacía llegar.
Fue así como empezaron a hacer estas galletas dulces en forma de conejito. Los niños y niñas, como os podéis imaginar, deseaban encontrar el momento para poder ir a casa de las monjas a llevar lo que las familias tenían preparado por ellas y poder comer un ‘conillet’. Así que ya sabéis, estas galletas centenarias son algo más que un dulce, son una manera de dar las GRACIAS y de contentar a quien la recibe. Cada vez que comáis un conillet podéis recordar esta historia tan bonita y sencilla. Una muestra más de la generosidad y servicio de las Hermanas hacia los demás.