Empezamos un nuevo curso escolar con ilusión y energía renovadas. Cada septiembre es un momento especial de reencuentro que nos llena de sonrisas y nos recuerda que la escuela es mucho más que un lugar para aprender: es una comunidad viva, llena de vínculos, experiencias y proyectos compartidos.
Para vosotros, alumnas y alumnos, este inicio de curso es una gran oportunidad para crecer, descubrir nuevas pasiones y disfrutar del aprendizaje como un camino que os transforma y os prepara para los retos del presente y del futuro.
Y para vosotros, familias, es el momento de seguir caminando a nuestro lado, acompañando y dando apoyo en este proceso. Vuestra confianza e implicación son imprescindibles para que la escuela sea un verdadero espacio de acogida, crecimiento y esperanza.
Somos conscientes de que detrás de cada paso hacia adelante hay constancia, dedicación y esfuerzo. Por eso, este año queremos poner en valor la importancia del trabajo bien hecho y de la superación personal. Cuando alumnado, familias y profesorado sumamos esfuerzos, conseguimos que el aprendizaje sea una experiencia rica y transformadora.
Os invitamos a mirar este curso con entusiasmo y a recordar que cada uno de nosotros tiene la capacidad de inspirar y transformar el mundo que nos rodea. Cada gesto, cada palabra y cada aprendizaje pueden ser pequeñas semillas que den frutos inesperados.