Hoy hace exactamente 166 años, la intuición de dos hermanos, Gabriel Mariano y Josefa Ribas de Pina, dio origen a la congregación de las Franciscanas Hijas de la Misericordia. Es un día de agradecimiento a tantas hermanas que han hecho posibles nuestras escuelas, en geografías y contextos diferentes.
La superiora general de la Congregación, Alicia García, ha indicado en una carta remitida a la gran familia franciscana que “la misma generosidad que movió a los hermanos Ribas de Pina a arriesgar y entregar su vida a quienes estaban en situación de mayor vulnerabilidad en los pueblos de Mallorca, debe seguir impulsando hoy los corazones de toda la familia de Franciscanas Hijas de la Misericordia a mantener vivo el carisma, con la misma fuerza que lo suscitó”.