Seguramente para muchos, habrá sido una Semana Santa diferente, en casa, con la familia, sin poder salir, cuidando a los niños y a los mayores, manteniendo la distancia…
Llegamos al domingo de Pascua donde la luz de Jesús resucitado nos ilumina. Esta luz tan buscada y necesitada en estos días de confinamiento total, días de silencio, oscuridad, de no encontrar la salida. Como las mujeres que van al sepulcro buscando el cuerpo de Jesús, nos sentimos removidos por la pregunta: ¿Por qué buscáis entre los muertos a Aquel que vive?
Ahora es el momento de mirar la vida como Él la mira: en la soledad, manos para acompañar y hacer compañía; en la desolación, corazones para consolar; en el sufrimiento, amor infinito para dar.
Que, juntos, podamos vivir esta Pascua como el paso, del confinamiento a la comunión con todos, familia, compañeros, vecinos, la Tierra, el mundo; de la desolación al consuelo y del miedo a la confianza, porque con Él, saldremos.
¡Felices Pascuas a todos!
Foto: Tomeu Rotger (Mater)