25 de noviembre, una fecha para detenernos a reflexionar y denunciar una realidad que, lamentablemente, se ha convertido en un hecho habitual: la violencia machista.
Cada año, se repiten los actos de violencia física, psicológica y emocional contra las mujeres, y parece que, a pesar de los esfuerzos por erradicar esta lacra, seguimos viviendo en una sociedad donde muchos de estos hechos pasan desapercibidos o están, por desgracia, normalizados. Esta normalización debe romperse, y es por eso que hoy especialmente es un día para alzar la voz y decir ¡basta!
Desde la escuela, tenemos la responsabilidad de formar personas conscientes de la realidad que nos rodea. Desde edades tempranas, trabajamos para que nuestros alumnos aprendan a respetar los derechos de las personas y a reconocer la igualdad entre hombres y mujeres. La violencia machista no es un hecho aislado, es una forma de poder que se ejerce sobre las mujeres y refleja una desigualdad estructural. El machismo no solo se manifiesta en agresiones físicas, sino también en actitudes y comportamientos que perpetúan los estereotipos de género, que discriminan a las mujeres y justifican su subordinación. Esta es una realidad que no podemos permitir.
Es necesario que todos, como sociedad, denunciemos cualquier tipo de violencia de género y no permanezcamos en silencio ante estos hechos. El primer paso para acabar con esta lacra es no normalizarla. Lo que vemos en las noticias o lo que escuchamos a nuestro alrededor no puede ser aceptado como una parte más de la vida cotidiana. Cada caso de violencia es una situación inaceptable y debe ser tratado con la gravedad que merece. Por ello, nos comprometemos a seguir trabajando por una educación que fomente el respeto, la igualdad y la convivencia sin violencia.
A través de la educación, queremos sensibilizar a nuestro alumnado, para que reconozcan los signos de la violencia machista, aprendan a identificar comportamientos abusivos y desarrollen valores que promuevan una sociedad igualitaria y libre de violencia. Creemos que es fundamental que conozcan los recursos disponibles para las víctimas y aprendan la importancia de hablar, denunciar y ofrecer apoyo a quienes lo necesiten.
Hoy, nos unimos a la denuncia global para enfrentar esta situación y para recordar que el machismo no tiene cabida en nuestra sociedad. Cada acción cuenta. Debemos seguir luchando por un futuro en el que la violencia machista sea solo un recuerdo distante y, sobre todo, por un futuro en el que todas las mujeres puedan vivir con seguridad, sin miedo y con el respeto que merecen.

