Las emociones nos mueven, nos atrapan, condicionan nuestro mundo interno; sobre todo las emociones “negativas” (miedo, tristeza, enfado), que están en nuestro sistema por razones adaptativas y de supervivencia. Sin embargo, el estilo de vida actual ha provocado que se nos vuelvan “en contra”, llevándonos a reacciones emocionales que poco tienen de adaptivo, y mucho de doloroso. Movidos por estas emociones, se alteran nuestros estados de ánimo, y somos capaces de decir o hacer cosas de las que más tarde podemos arrepentirnos.

La practica de atención plena, RAIN (“lluvia” en inglés), es una técnica de autoconocimiento, que nos conecta con la capacidad de darnos cuenta y con el observador. No es bueno reprimir las emociones negativas. Son inevitables, como la lluvia que cae sin que lo podamos impedir. Lo importante es reconocerlas, gestionarlas y dejarlas ir.

La “R” nos permite detenernos y reconocer la emoción que está surgiendo.

La “A” nos lleva aceptarla, a no reprimirla, porque si lo hacemos al final estalla.

La “I” nos ayuda a identificarla en el cuerpo, lo que hace la emoción aún mas visible.

La “N”, nos permite no identificarnos con ella, observarla y dejarla ir.