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CSFACIUDAD REAL, Destacados

Hoy celebramos el Día de la Misericordia, esta fiesta junto con la de San Francisco y el 14 de septiembre, que se conmemora la  Fundación de la Congregación, son tres fechas importantes en nuestros colegios.

La fecha de hoy invita a detenernos, reflexionar y reconocer la importancia de vivir con el corazón abierto a los demás.

La palabra “misericordia” va mucho más allá del simple gesto de perdonar o ayudar; es una forma de ser, una actitud que implica compasión, empatía, generosidad, perdón y amor activo. Es mirar al otro —especialmente a quien sufre, a quien está solo o excluido— con una mirada limpia y el corazón dispuesto a actuar.


En nuestras escuelas, este es un valor fundamental que debemos transmitir y trabajar no solo con palabras, sino con acciones concretas en nuestro día a día: escuchar con atención, compartir sin esperar nada a cambio, perdonar con sinceridad, acoger la diferencia y acompañar a quienes más lo necesitan. Educar en la misericordia es educar en humanidad.


En un mundo a menudo marcado por la indiferencia, la prisa y la superficialidad, la misericordia es un gesto revolucionario. Nos llama a construir una sociedad más justa, más cercana y más humana. Es un valor que nos ayuda a romper muros y construir puentes, a ver en el otro no a un adversario, sino a un hermano o una hermana.

Hacer presente la misericordia hoy es un reto, pero también una esperanza. Es sembrar valores que darán fruto en forma de una sociedad más compasiva, inclusiva y valiente. Es creer que, a pesar de las dificultades, el amor y la bondad tienen la última palabra.